EL ANILLO DEL NIBELUNGO - CICLO DE OTOÑO - Conciertos Descentralizados
La Banda Sinfónica de Montevideo en el marco de su temporada 111 presenta El Anillo del Nibelungo. Un recorrido musical por la mayor saga de ópera de todos los tiempos del compositor Richard Wagner.
La Banda Sinfónica de Montevideo interpreta una versión instrumental que une en un solo concierto: El Oro del Rihn, La Valquiria, Sigfrido y El ocaso de los Dioses en el marco de su ciclo de otoño de la temporada principal descentralizada.
Lunes 4 de junio 20 hs – Cooperativa José Pedro Varela - Zona 3
Av Bolivia 2551 - Municipio E
Miércoles 6 de junio 20 hs – Plaza de deportes Nº 4
León Pérez esq. Juan Arteaga - Municipio D
Viernes 8 de Junio 20 hs – Teatro Florencio Sánchez.
Grecia 3281
Domingo 10 de Junio 20 hs – Plaza de Deportes Nº 7
Agraciada esq. Castro - Muinicipio A
PROGRAMA CONCIERTOS DESCENTRALIZADOS
El Anillo del Nibelungo (1848 a 1874)
Richard Wagner
El oro del Rin(Das Rheingold),
La valquiria (Die Walküre),
Sigfrido (Siegfried)
El ocaso de los dioses(Götterdämmerung)
Richard Wagner
(Leipzig, actual Alemania, 1813 - Venecia, Italia, 1883) Compositor, director de orquesta, poeta y teórico musical alemán. Aunque Wagner prácticamente sólo compuso para la escena, su influencia en la música es un hecho incuestionable. Las grandes corrientes musicales surgidas con posterioridad, desde el expresionismo hasta el impresionismo y por continuación o por reacción, encuentran en Wagner su verdadero origen, hasta el punto de que algunos críticos sostienen que toda la música contemporánea nace de la armonía, rica en cromatismos y en disonancias no resueltas, de Tristán e Isolda.
La infancia de Wagner se vio influida por su padrastro Ludwig Geyer, actor, pintor y poeta, que suscitó en el niño su temprano entusiasmo por toda manifestación artística. La literatura, además de la música, fue desde el principio su gran pasión, pero el conocimiento de Carl Maria von Weber y, sobre todo, el descubrimiento de la Sinfonía núm. 9 de Beethoven lo orientaron definitivamente hacia el cultivo del arte de los sonidos, aunque sin abandonar por ello su vocación literaria, que le permitiría escribir sus propios libretos operísticos.
Transformó el pensamiento musical con la idea de la «obra de arte total» (Gesamtkunstwerk), la síntesis de todas las artes poéticas, visuales, musicales y escénicas, que desarrolló en una serie de ensayos entre 1849 y 1852, y que plasmó en la primera mitad de su monumental tetralogía El anillo del nibelungo.
En estas obras se elimina la separación entre números, entre recitativos y partes cantadas, de modo que todo el drama queda configurado como un fluido musical continuo, de carácter sinfónico, en el que la unidad viene dada por el empleo de unos breves temas musicales, los leitmotiv, cuya función, además de estructural, es simbólica: cada uno de ellos viene a ser la representación de un elemento, una situación o un personaje que aparece en el drama.
Sinopsis de las óperas que componen EL ANILLO DEL NIBELUNGO
El Oro del Rin
Esta original ópera en un solo acto (y unas 2h.30m. de duración) escenifica el origen del anillo del nibelungo: El robo del oro del Rin por parte de Alberich, el sometimiento de los nibelungos y su esclavitud en las minas de oro, la forja del anillo y del Tarnhelm. También vemos a los dioses en apuros al tener que entregar a los dos últimos gigantes -los hermanos Fasolt y Fafner– a la diosa Freia como pago por la construcción del Walhalla, y de cómo encuentran en el oro de Alberich un remplazo de este pago. Vemos la argucia mediante la cual Wotanroba todo su tesoro a Alberich y la maldición que lanza contra el anillo, que condenará a la muerte a todo aquél que lo posea, y cómo Wotan se encaprichará con el anillo e intentará retenerlo a toda costa, poniendo en peligro la continuidad de los dioses.
Primera jornada: La Valquiria
Esta ópera en tres actos (y unas 3h.45m. de duración) escenifica el encuentro de los hermanos mellizos Sigmundo y Siglinda, hijos humanos de Wotan separados y abandonados a su suerte desde la infancia en circunstancias trágicas. Wotan espera que Sigmundo arrebate el anillo al dragón Fafner y lo devuelva al Rin. El primer imprevisto surge cuando, en el reencuentro, los hermanos se enamoran y deciden huir juntos. La diosa Fricka reclama a Wotan el sacrificio de la pareja por adulterio e incesto y el dios, a su pesar, acaba cediendo. Ordena a su hija, la valquiria Brunilda, que dé la victoria al marido ultrajado de Siglinda y conduzca a Sigmundo al Walhalla como héroe.
Segunda jornada: Sigfrido
Esta ópera en tres actos (y unas 4h. de duración) nos muestra al joven Sigfrido, hijo de Sigmundo y Siglinda. Ha sido criado por Mime -nibelungo hermano de Alberich– en un oscuro bosque, haciéndose pasar por su padre. Mime pretende utilizar a Sigfrido para que mate al dragón y quedarse con el tesoro de los nibelungos -custodiado en una cueva por el dragón Fafner-, sin embargo no es capaz de soldar los trozos de la espada Nothung. Intrigado por sus orígenes, Sigfrido interroga al enano y repara la espada fundiéndola de nuevo. Sigfrido mata al dragón y se apodera del Tarnhelm y del anillo sin conocer sus poderes. Al chupar la sangre del dragón reconoce la lengua de los pájaros, y uno de ellos le advierte que el enano pretende envenenarlo. Sigfrido mata a Mime y, espoleado por el pájaro, corre a la montaña de Brunilda para despertarla. En el camino se encuentra a Wotan, a quien enfurece con su impaciencia por continuar su camino. Cuando Wotan le amenaza con quebrarle la espada, Sigfrido reconoce en él al asesino de su padre y parte su lanza. Wotan le cede el paso impotente y Sigfrido despierta a Brunilde fundiéndose con ella en un éxtasis de amor.
Tercera jornada: El ocaso de los dioses
Esta ópera, en un prólogo y tres actos (y unas 4h.30m. de duración) escenifica la llegada de Sigfrido a la corte del rey Gunther y su caída a causa del complot urdido por Hagen, hijo del nibelungo Alberich y hermanastro del rey. Sigfrido ha viajado por el mundo en busca de aventuras dejando a Brunilda en la roca en posesión del anillo, cuyo poder desconocen y que para ellos es la prenda de su amor. Cuando llega a la corte, Hagen traza un plan para hacerse con la joya: Planea la boda de Sigfrido con Gutrune -hermana del rey- y la del rey con Brunilda, lo cual serviría a Sigfrido para unir su linaje al del rey, y a Gunther para encontrar una esposa digna de su rango. A través de Gutrune, sirve una poción a Sigfrido para que olvide a Brunilda. A cambio del matrimonio con ésta, Sigfrido deberá traer a Brunilda de la roca -él es el único que puede atravesar el fuego mágico- bajo la apariencia del rey Gunther, usando para ello el Tarnhelm, cuyo poder le revela Hagen al héroe.
Sigfrido somete a Brunilda y, al ver en su mano el anillo, se lo arrebata con violencia. Al día siguiente llegan a la corte y se celebra la doble boda. Brunilda queda consternada al ver a Sigfrido con Gutrune. Pero, al ver el anillo en su mano, sospecha una trama y acusa a Sigfrido de haberle robado el anillo y haberla gozado carnalmente. La ausencia de pruebas permite a Sigfrido acallar el escándalo provisionalmente, pero Hagen consigue poner de acuerdo a Brunilda y Gunther para asesinar a Sigfrido: La valquiria revela el punto débil del héroe -la espalda- y Gunther preparará una cacería en la que Sigfrido recibirá una herida mortal por parte de Hagen. Al regresar a la corte con el cadáver, las inconsistencias del plan y las recriminaciones de Gutrune hacen que se destape la mentira: Hagen exige el anillo de Sigfrido y mata a Gunther cuando éste lo reclama para su hermana.
Brunilda reclama entonces el anillo para sí misma -como legítima y verdadera esposa de Sigfrido- y decide inmolarse con él en la hoguera funeraria preparada para Sigfrido, nombrando antes a las ondinas del Rin herederas del tesoro. Al disiparse los efectos del cataclismo provocado por la inmolación, amanece una sociedad liberada del anillo y de los dioses.